No sé mucho de historia de países que parece irles bien con sus gobernantes. Creo que en todos lados se cuecen habas. Sin embargo, realmente me da asco y un corage muy fierte saber que antigüos políticos mexicanos se hacen extremadamente ricos al terminar sus mandatos, servicios o sexenios. Ahora el que está de moda es Fox con su rancho y su «inexplicable» enriquecimiento. El cual ciertamente no tiene explicación lógica.
Ahora, el muy desgraciado, según Mi blog es tu blog, saca un libro que le gana en precio al de Bill Clinton, Obama o Aznar. Al menos, fue muy humilde para no superar el de Greenspan…
¿Será que este tipo de tipejos son un mal necesario para que este país avance? Sinceramente espero que no.
Memo… me quedo sin palabras… salvo que ahora si puedo expresar que me «encabrona» el abuso
Sorry por la palabra «expresar». 😉