La casa hogar.

ING está comprometida con la sociedad. El año pasado en la ciudad de México se realizaron varias actividades en los que se incluían la visita a Casas Hogar, además del apoyo y patrocinio permanente que se le da a Cristal House AC. La semana pasada se inició con esa práctica en Monterrey, durante la semana, se pidió a todos los que pertenecemos a la fuerza de ventas traer donativos en especie y un pequeño donativo en dinero para llevárselos a una casa hogar en la ciudad. La visita fue el viernes 5 de enero. Nos quedamos cortos.

La casa hogar que se visitó está ubicada en la colonia CROC, al sur de la ciudad y al pie del cerro del Topo Chico. En una construccion de 2 pisos, y con un terreno de 8 por 20 metros, se albergan casi 30 niños de diferentes edades, mas no alcancé a ver alguno mayor a los 12 años. Ésta casa hogar es obra de una pareja que al parecer, y digo esto por que nadie me pudo confirmar la historia, no pueden tener familia e iniciaron adoptando a un niño recién nacido que les dejaron en la puerta de su casa. Ellos no han recogido a niños de la calle, ellos simplemente han acogido en su hogar a niños que son abandonados por sus padres. Ellos consideran que tienen 30 hijos. Es una labor ardua, que merece todo el apoyo y el reconocimiento que le podamos dar.

Esta casa hogar, no pertenece al gobierno, no tiene ningún tipo de apoyo religioso, y sin embargo, de alguna manera u otr han salido adelante. Les dan techo, alimento, asistencia. Y todo esto en un pequeño lugar. De verdad que me han movido mucho.

Cuando yo llegué, ya medio habían empezado. Primero se ofreció un desayuno en el que en un comedor de aproximadamente 5 por 6 los niños disfrutaron de unos tacos al vapor. Éramos muchos los de ING, a lo largo de la casa hogar estábamos desvalagados y solo unos pocos habían entrado a comer con los niños.

Después de que comieron se organizó una piñata en el techo de la casa hogar, que estaba adaptado a terraza. Ahi se encontraba una sola lavadora y una señora lavando la ropa de los niños. La lavadora, dejenme aclarar, era a lo mucho de 10 kg de ropa.

Se imprivisó 3 piñatas, las cuales al romperse dejaban caer muchos dulces de diferentes tipos, y los niños se avalanzaban inmediatamente a recoger lo que alcanzaran, uno de los mas pequeños, inteligentemente, se decidió por recoger todos los que estaban en la orillas y así no meterse en el monton de los mas grandes.

Después de las piñatas se repartieron los regalos que habíamos juntado. Todos recibieron regalos, todos disfrutaron del momento. Cada uno fue pasando por su paquete de regalos, uno me pidió que le ayudara a desempacar un carro a control remoto, al que le faltaban las baterías, me acompañó a comprarselas a un oxxo y comenzó a atropellar a todo el que se interpusiera en la dirección del carro, guiado a distancia por Javier.

Al filo de las 12 partimos, quedandonos con una sencibilización mayor, y yo con con la idea de volver pronto para ofrecer mi esfuerzo en ayudarles. Es algo admirable. No pude platicar con los encargados de la casa hogar, los directivos estaban platicando con ellos. Buscaré en esta semana acercarme a ellos.