Solo en el desencanto, en la tristeza o en la soledad.

Me he dado cuenta que soy de los que les gusta ser mimados y comprendidos cuando me siento en lo más bajo de mis etapas. En esos momentos en los que las cosas no funcionan, las acciones no lo valen, falta la creatividad de decisión sabia, energías para la acción y vaentía para el riesgo. En esos momentos que desde que el sol se asoma hasta que ya se metió y entrada la noche lo único que se te ocurre pensar es en un «¿Cómo chingados le haré?

El mayor problema de todas mis desgracias, he sido yo. Nunca he desfallecido en el intento de lograr cosas, nunca he dejado de esforzarme, sin embargo, siempre que emprendo algún sueño o iniciativa, he terminado mal. Tengo mas de 10 años en esta situación y deseo salir ya. Y por más que busque culpable, la única constante desde siempre soy yo.

Las oportunidades pasaron y ahí estuve yo. Las cosas salían mal y ahí estuve yo. Las peleas con mis padres, y yo de necio quería seguir mi camino. Amigos que he perdido, alejados por haberles fallado. Yo. La realidad de las cosas es que debo entender que he sido yo quien ha alejando todos estas opciones. Y ahora, otra vez por n-gésima ocasión estoy en una delicada situación de falta de recursos financieros, que me comprometen con mi familia y me compromenten con la sociedad. 

Soy de los que cree que el trabajo genera la riqueza, sin embargo siento en ocasiones que lo que realmente genera riqueza es otro factor: no ser pèon de nadie. ¿Funcinará? No lo sé, apenas lo voy a revisar, pero lo haré solo porque ya me cansé de recibir mierda de todos lados por que al hacer lo que se supone debo hacer, las cosas salen mal y yo soy quien sale perdiendo. 

Yo soy quién tiene la creencia de que no merezco abundancia. Me cuesta aceptar que todo ha sido generado por mi responsabilidad y estoy ahorita donde estoy, no porque es donde quiero estar, sino por mi falta de desición para estar en mejor posición. Mi falta de visión para cumplir mis propios sueños y las promesas que he dejado en el camino… sin embargo, como al que fumador empedernido que se sabe enfermo a causa del cigarro, también yo, soy el único que sigue creyendo que soy muy poco para merecer lo mejor en este mundo. No es posible, me digo, que yo mismo sea mi propio saboteador, ahora me pregunto una y mil veces como vencerlo. Terapia, me dirán unos, sin embargo es muy lenta. El cambio lo necesito ya…

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